Proyecto Qubbet el-Hawa

Ayer, día 9 de enero, llegaron al Cairo la subdirectora adjunta del Proyecto, Marta Valenti Costales, y el director, Alejandro Jiménez Serrano. El viaje lo realizaron junto con los miembros del Proyecto Djehuty, que dirige José Manuel Galán (CSIC), aunque ellos posterormente continuaron hacia Luxor.

Esta mañana los miembros del Proyecto, tenían una reunión en la sede del Ministerio de Antigüedades con el Dr. Mohamed Ismail Khaled, Director de las Misiones Extranjeras, para recibir los permisos pertinentes de trabajo en Qubbet el-Hawa.

Las oficinas del Dr. Khaled estaban muy concurridas, ya que muchas misiones comienzan sus trabajos en estas fechas. Allí, tuvieron la oportunidad de coincidir con el Director del Instituto Arqueológico de Polonia en Egipto (España no tiene dicho Instituto, por cierto), el Dr. Zbigniew Szafranski, quien dirije los trabajos en el templo funerario de la reina Hatshepsut en Deir el Bahari.

Tras la firma de los permisos, Marta y Alejandro tomaron rumbo al aeropuerto donde se encontrarán con el grueso del proyecto que llegarán por la tarde. Una vez todos allí, partirán juntos a Asuán.

Ayer, día 9 de enero, llegaron al Cairo la subdirectora adjunta del Proyecto, Marta Valenti Costales, y el director, Alejandro Jiménez Serrano. El viaje lo realizaron junto con los miembros del Proyecto Djehuty, que dirige José Manuel Galán (CSIC), aunque ellos posterormente continuaron hacia Luxor.

Esta mañana los miembros del Proyecto, tenían una reunión en la sede del Ministerio de Antigüedades con el Dr. Mohamed Ismail Khaled, Director de las Misiones Extranjeras, para recibir los permisos pertinentes de trabajo en Qubbet el-Hawa.

Las oficinas del Dr. Khaled estaban muy concurridas, ya que muchas misiones comienzan sus trabajos en estas fechas. Allí, tuvieron la oportunidad de coincidir con el Director del Instituto Arqueológico de Polonia en Egipto (España no tiene dicho Instituto, por cierto), el Dr. Zbigniew Szafranski, quien dirije los trabajos en el templo funerario de la reina Hatshepsut en Deir el Bahari.

El grupo de nueve investigadores llegó a Asuán Oeste la noche anterior con casi todo el equipaje. En el aeropuerto les estaba esperando Bessam y el encuentro, tras más de un año, ha sido entrañable.

Durante el segundo día, se ha organizado el material, se ha recibido parte del equipaje que no había llegado y Alejandro se encargó de entregar los permisos de excavación en la oficina del Ministerio de Antigüedades. Allí, se encontró con el Director del Departamento de Antigüedades, el señor Fahti Abu Zed, quien, desde hace unos meses, sustituye al Dr. Mohamed el-Bialy. A la reunión, también asistió la inspectora del Departamento de Antigüedades, que supervisará los trabajos de la misión de la Universidad de Jaén, Zeinab Said Gahleb. La señorita Gahleb cuenta con una amplia experiencia, ya que ha trabajado con diferentes misiones arqueológicas en la provincia de Asuán.

Más tarde, Alejandro conoció al Subdirector del Departamento de Antigüedades, el señor Abdel Hakim Karar, quien cuenta con una amplia experiencia en el mundo de la arqueología egipcia. De hecho, a finales de la década de 1990, excavó en Qubbet el-Hawa, sacando a la luz una amplia zona alrededor de la iglesia del monasterio copto. Más tarde trabajó con Zahi Hawass en Saqqara, dirigiendo diferentes proyectos arqueológicos. El encuentro fue más que cordial y se interesó mucho por el proyecto de la Universidad de Jaén.

Más tarde, el equipo se ha reencontrado con el "reis" Samir y Mahmud y han planeado la logística de los trabajos que se desarrollarán a partir de mañana. Entre té y té, ha habido tiempo de intercambiar impresiones e informaciones sobre todos los miembros de las pasadas misiones que no se encuentran en Asuán.

Todo estaba preparado, salvo las llaves de las tumbas en donde guardamos todo el material de trabajo. La señorita Zeinab tenía que traerlas a media mañana, pero un desafortunado incidente ha obligado al custodio de las llaves a ausentarse de la oficina del Ministerio de Antigüedades y ello ha provocado que Zeinab no pudiese tener acceso a las mismas, lo que ha impedido el inicio de los trabajos previstos. Aun así, el día no se ha perdido, los guiftawy han subido todo el material que se utilizará durante la campaña y los miembros del grupo que no conocían el yacimiento han podido "perderse" por la necrópolis y disfrutar de las tumbas, sus inscripciones y del maravilloso paisaje que en el que la necrópolis se encuentra.

Por la tarde, por fin, Zeinab ha traído las llaves de las tumbas. Alejandro ha entrado con ella y unos colegas del Departamento de Antigüedades en las mismas y han confirmado que todo está en orden. El trabajo comenzará el sábado, tras el descanso obligatorio del viernes. Este día el grupo de la Universidad de Jaén visitará el yacimiento de la isla de Séhel y recorrerá en barca la Primera Catarata.

Hoy a las siete de la mañana ha comenzado oficialmente la cuarta campaña de excavaciones de la Universidad de Jaén en Qubbet el-Hawa. Los trabajos se han centrado inicialmente en la tumba QH33, tanto en el exterior como en el interior.

En el exterior, ha habido grandes noticias: a tan sólo unos veinte centímetros de la superficie a la que se había llegado en la campaña anterior, ha aparecido la roca madre perfectamente pulida, lo que ha permitido que prácticamente se finalicen cuatro sectores. Ha sido emocionante ver el suelo original del exterior del recinto que estaba sepultado a más de tres metros de arena que han sido excavados por el equipo de la Universidad de Jaén desde 2008. Lo más destacado de este hallazgo es que permite observar el proceso de construcción de una tumba excavada en la roca, ya que al igual que todo el exterior, el hipogeo n 33 nunca fue acabado.

En el interior, se han continuado los trabajos donde se quedaron en 2010. El principal objetivo del proyecto es excavar y documentar los niveles de incendio de los tres sectores que todavía quedan. Las temperaturas más benignas hacen que el trabajo en el interior de la tumba sea más llevadero aunque la suspensión en el aire de cenizas y polvo sigue siendo bastante molesta. La documentación de los trabajos, que al igual que en años pasados sigue a cargo de Mahmud y su equipo de guiftawys, la lleva a cabo Katheryn junto con Luisa, quien se encarga también de la documentación de toda la excavación. En el exterior, Teresa hoy se ha encargado de la criba. Marta, junto con ángeles y Niccolo, se han encargado de organizar el material almacenado en la tumba QH102 y que se dibujará en los próximos días. Eduardo se ha centrado en solucionar aspectos técnicos y de seguridad laboral.

Linda ha comenzado a preparar el material óseo encontrado en la campaña anterior para ser analizado por el equipo de antropólogos.

En definitiva, una jornada muy provechosa gracias, en parte a las frescas temperaturas, que ha sabido a poco.

Tal y como sucedió ayer, los trabajos de hoy se han centrado en el interior y en el exterior del recinto de la tumba QH33. La novedad ha sido la reapertura del enterramiento intacto que se encontró el 6 de diciembre de 2009 y que consiste en un ataúd de la XII Dinastía cuyo propietario fue un tal Sarenput, al que no hay que confundir con los gobernadores de Asuán que vivieron unas décadas antes.

En el exterior del recinto de la QH33, se ha continuado excavando hacia el sur, lo que ha permitido sacar a la luz tres peldaños que comunicaban la tumba QH33 con la QH32 (Aku) y la QH31 (Sarenput II).

En el interior, se han tenido que detener las labores de excavación en el sector C3, que prácticamente estaban concluidos, al aparecer una momia con parte de los amuletos todavía in situ, lo que nos permite datarla en la Baja época. Mañana el equipo forense, encabezado por Miguel Botella, se hará cargo de su excavación y análisis. Los trabajos han continuado en el sector C6, en donde se han descubierto numerosos amuletos y fragmentos de madera policromados.

A media mañana, han comenzado los trabajos de reexcavación de los enterramientos QH34a y QH34b, que fueron descubiertos frente a la entrada en la campaña de 2009. Los esfuerzos se han centrado en el último de ellos, en donde se documentó la presencia de un ataúd de madera policromada y con inscripciones datado a finales de la XII Dinastía. Ya entonces, se pudo leer el nombre del ocupante, Sarenput, aunque debido la finalización de la campaña no se pudo estudiar y se decidió cubrirlo hasta que hubiese garantías para documentarlo y consolidarlo con las mayores garantías posibles. Lamentablemente, el estado de conservación del mismo es mucho peor de lo que se pudo observar en su momento, ya que la termita ha afectado gravemente la madera. Se espera que otras partes del mismo, no presenten un estado de conservación tan lamentable.

La información que puede aportar este ataúd puede llegar a ser determinante para conocer a los ocupantes originales de la tumba QH34, algo desconocido debido a las reocupaciones y saqueos que sufrió el hipogeo ya en la antigüedad y por los descubridores de tumbas del siglo XIX y XX. Es posible que aparte del nombre del propietario del ataúd, Sarenput, haya alguna mención de sus títulos y su filiación.

Ayer llegaron tres miembros más del equipo. El Dr. Miguel Botella y la Dra. Inmaculada Alemán; junto con Linda Chapón, se encargarán de dirigir la excavación de las momias y el estudio antropológico de los restos óseos. Su llegada ha coincidido con la aparición el día anterior de una momia, a la que se han sumado otras seis más en diferentes estados de conservación durante el día de hoy. Algunas de ellas conservan todavía hasta los huesos del oído interno. Ello ha frenado un poco el ritmo de los trabajos que se estaban llevando a cabo en el interior. Aún así, Kathryn ha documentado decenas de amuletos y la posible existencia de un ataúd de madera policromado.

José Manuel Alba ha sido el tercer miembro del equipo en llegar. Como "bienvenida" ha tenido que cribar el material de los niveles de incendio, entre el que ha aparecido varios amuletos, restos de una oreja de un ataúd de yeso y numerosas cuentas de pasta vítrea.

La excavación en el exterior se ha centrado en el acceso del recinto funerario de la tumba QH33. Allí, Luisa y Eduardo han documentado una pequeña plataforma excavada en la roca que daba acceso con la puerta de los muros. Un poco más al norte, en un estrato de época copta ha aparecido el primer óstracon de la campaña. El número de éstos alrededor de la QH33 está aumentando de forma importante con el paso de los años, lo que permitirá conocer más a fondo el funcionamiento de la comunidad monástica, que hasta el siglo XII, se estableció en la colina.

En el almacén situado en la tumba QH102, han continuado los trabajos de organización de piezas y se ha comenzado a dibujar algunas piezas de las campañas anteriores. Este año, los mayores esfuerzos se centrarán en la documentación de las cerámicas de Reino Nuevo, de tal forma que se conviertan en la base sobre la que Marta construya su tesis doctoral.

Por su parte, el director del proyecto, Alejandro ha estado de nuevo reunido con las autoridades del Ministerio de Antigüedades en Asuán para coordinar la formación de jóvenes arqueólogos egipcios. Fruto del acuerdo, mañana se unirá al grupo un joven inspector que será formado por el equipo de la Universidad de Jaén durante la presente campaña.

El día se ha caracterizado por una sucesión de pequeños descubrimientos en los sectores que ya estaban abiertos ayer, al que hay que sumar uno nuevo abierto hoy en el interior. El equipo de antropología ha documentado, retirado y estudiado cuatro cráneos momificados que se hallaban junto a la pared norte y que, seguramente, rodaron hasta allí debido a la orografía de la tumba (la arena entró formando una lengua). En una de las siete momias detectadas ayer, el Dr. Botella ha encontrado, limpiado y recuperado una bella malla de cuentas de pasta vítrea.

Por su parte, Kathryn, un poco más al oeste, ha documentado varios fragmentos de una estela de Baja época, esta vez pintada y que es muy similar a otra pieza hallada en 2009. Por el momento, los fragmentos aparecidos no permiten reconstruirla entera, por lo que es imposible conocer el nombre de la persona a la que estaba dedicada. Aun así, este sector sólo se ha excavado en una cuarta parte.

En el exterior, ha continuado la tediosa labor de retirada de la arena. La práctica ausencia de material confirma que la zona se cubrió rápidamente de arena, una vez que se suspendieron los trabajos de construcción de la tumba QH33, allá por el siglo XIX a. C.

La conservadora del equipo ha iniciado hoy los trabajos de consolidación del ataúd de la cámara intacta hallada en el exterior de la QH34. Su estado es tan delicado que la conservación de la fina capa de yeso en la que se pintaron los jeroglíficos lleva muchísimo tiempo. Hoy sólo se ha consolidado la parte superior (unos 15 x 53 centímetros), en la que se puede apreciar el comienzo de un texto jeroglífico. La alta calidad de la iconografía y de la escritura obligará a un trabajo de consolidación y restauración más que cuidadoso, ya que este ataúd se erige como la máxima fuente de información posible de la tumba QH34, una vez que la cámara de culto y el pozo fueron saqueados en la Antigüedad y por los coleccionistas de antigüedades.

Junto al trabajo de excavación, documentación, dibujo, fotografía y estudio de las piezas, el equipo Qubbet el-Hawa ha recibido la visita de un colega del Ministerio de Antigüedades, que ha solicitado la preparación de un registro de todas las piezas encontradas en las últimas tres campañas, la confección de una puerta para la tumba QH207 y la limpieza de la escalera de acceso a la necrópolis. El director de proyecto ha aprovechado esta visita para solicitar la apertura de la puerta de la tumba QH34g que facilitará la visita a los turistas en la necrópolis. Como no podía ser de otro modo, la limpieza de esta tumba, en la actualidad llena de basura, correrá a cargo de la Universidad de Jaén.

Ayer fue la celebración del cumpleaños de Niccolo y los jóvenes de la aldea de Naga el-Qubba le obsequiaron con unos cánticos nubios de felicitación que hicieron las delicias de todo el equipo.

Hoy han comenzado las pruebas del equipo de 3D, concretamente con la estela que se encontró en el interior de la QH33 en la campaña pasada, datada en la Baja época, y cuya lectura plantea problemas por la calidad en la factura de los jeroglíficos.

En mejores condiciones se encuentran los jeroglíficos del ataúd de la cámara intacta de la QH34b, que siguen siendo consolidados con la máxima meticulosidad y que cada día que pasa sorprenden por su belleza y armonía.

En el interior de la tumba QH33, una de las momias estaba cubierta con un sudario de cuentas que tiene un diseño muy elaborado en el que aparece hasta un escarabeo con alas y un pectoral polícromo. Preliminarmente, se ha datado en la Baja época. De una época, aún más antigua son las cerámicas aparecidas en otro sector de la tumba, que con total seguridad fueron contemporáneas a Hatshepsut y Tutmosis III. Muy cerca de ellas, ha vuelto a aparecer una cara, esta vez con los rasgos intactos y de una altísima calidad y realismo.

La momia que está excavando la Dra. Inmaculada Alemán todavía está en su ataúd de madera original y ha permitido solucionar una de las grandes incógnitas de la excavación: el origen de los miles de fragmentos de yeso que aparecían por toda la tumba. El citado ataúd tiene un recubrimiento interior de yeso. Seguramente, los incendios que provocaron los saqueadores de tumbas en la Antigüedad acabaron con todos los ataúdes de madera y provocaron la quiebra de la capa de yeso en pequeños trozos. Desafortunadamente, estos ataúdes, probablemente, ocupados por personas que no eran parte de la elite dirigente, y que, en contadas ocasiones podían permitirse que estuvieran decorados, nunca han sido estudiados por los especialistas. De ahí, el desconocimiento y la falta de referencias.

Por otra parte, una vez seleccionadas las piezas cerámicas más interesantes por parte de Marta Valenti, ángeles Muñoz ha comenzado el dibujo artístico de éstas.

El exterior de la tumba QH33 está ya prácticamente excavado, a falta de un par de sectores en el norte. En ese lugar, se tendrá que ampliar la excavación, ya que la duna se derrama hacia los cortes arqueológicos. Esta ampliación deja abierta la pregunta de qué habrá debajo; espacio para más sorpresas hay... desde luego.

Hoy es el último día de trabajo de la semana y los trabajos han avanzado de una manera espectacular. Las previsiones que se habían hecho en España, por increíble que parezca en las excavaciones arqueológicas, han sido alcanzadas antes de tiempo. En seis días se ha acabado prácticamente con el estrato de ceniza que cubría toda la tumba. Ello es importante, porque permitirá agilizar los trabajos de excavación, ya que no habrá que cribar la arena con cenizas, que, en la oscuridad de la tumba y con el polvo en suspensión, impide trabajar con el máximo detalle. El aire se hará más respirable y podrán trabajar dos equipos al mismo tiempo. Esta celeridad en los trabajos se ha conseguido gracias a la simultánea actuación del equipo de Kathryn y de Miguel Botella. La primera ha documentado una nueva cara (seguramente, de una estatua del dios Ptah-Sokar-Osiris), mientras que el equipo antropológico ha excavado y documentado las dos momias que se hallaban en superficie. De hecho, tras tres días de laborioso trabajo, se ha podido extraer el sudario de cuentas y se espera entregarlo la semana que viene a las autoridades egipcias para su posible reconstrucción y exhibición.

Tras las primeras pruebas de ayer, el escáner 3D ha comenzado a trabajar con las primeras piezas cerámicas y los resultados son espectaculares. La reproducción no sólo es fiel, sino que permite "jugar" con ellas y, sin duda, es la mejor forma de documentarlas, ya que, cuando estemos de vuelta en España, será como tenerlas en las manos.

Yolanda de la Torre se ha encargado de clasificar el material de la tumba QH34, en cuya publicación ya están inmersos los miembros del proyecto y que inaugurará la serie arqueológica de la Fundación Qubbet el-Hawa.

Aparte del dibujo arqueológico de las piezas, se continúa con el dibujo artístico de las piezas más relevantes, por el momento, las cerámicas, entre las que destacan los vasos de Hathor hallados en las anteriores campañas.

La consolidación del ataúd encontrado en la denominada QH34b prosigue con lentitud (un área de 150 cm2 lleva una jornada de trabajo), aunque con resultados más que satisfactorios.

Por su parte, el director del proyecto, Alejandro ha iniciado las gestiones con el colegio público más cercano a las tumbas para explicarles a los jóvenes alumnos la importancia del patrimonio que les rodea y la responsabilidad que tienen en su preservación. La idea partió de la Dra. Consuelo Díez, quien, por cuestiones académicas, este año no ha podido formar parte del equipo de trabajo de campo.

Tras la jornada de descanso, hoy ha comenzado una nueva semana. Las esperanzas de acabar hoy los trabajos en el estrato de ceniza se han visto truncadas por la aparición de nuevas momias en el sector que dirige Kathryn. De su excavación, documentación y estudio se encargará el equipo de antropología física. éstos han comenzado el análisis de las momias y de los ataúdes que las contienen. Por el momento, se sabe que una de ellas fue un varón de unos 40-45 años que vivió en la Baja época. La segunda, a la espera de ser analizada con más detalle, podría haber sido una mujer. ésta ya ha sido trasladada al exterior para un estudio más detallado.

Alejandro se ha encargado de dirigir las excavaciones en los sepulcros denominados QH34a y b. El primero fue excavado en 2009 por el Dr. Miguel Botella y en él se halló a un individuo negroide muy robusto que apenas poseía ajuar. Ello no significa que no formara parte de la elite, ya que lo realmente importante era su lugar de reposo y éste está a la entrada de la QH34. Hoy se han encontrado algunas cerámicas que estaban debajo del ataúd de madera y que fue destruido por la termita en la Antigüedad. Por lo que respecta a la QH34b, hoy, por fin, se ha excavado en su totalidad la zona que antecede al ataúd tan bellamente decorado. Frente al sepulcro se han encontrado los restos de ofrendas funerarias. Es posible que mañana ya se pueda admirar y estudiar el lado sur en su totalidad.

El gran descubrimiento del día se ha producido en al norte del área de trabajo. Allí, se ha encontrado el cierre del recinto, que, por ahora -y al igual que en el sur-, parece contar con una estructura de gradas, similar a la hallada en el sur, pero con una mayor longitud.

Por lo que respecta al trabajo de documentación, se avanzado notablemente, dibujando y fotografiando un buen número de piezas cerámicas y de otros tipos. Algunas de las más notables o raras están siendo también dibujadas con mayor detalle por Niccolo y ángeles. El escáner 3D ha continuado escaneando piezas: tapones de vasos canopos con cabeza humana y cerámicas, todas de la XVIII Dinastía.

Luisa, aparte de dirigir la gestión de todos los trabajos de campo (lo que no es poco), ha empezado a poner orden en el almacén de la tumba QH34e, que perteneció a Khui (VI Dinastía), y en donde se almacenan los materiales no cerámicos. La gran cantidad de material empieza a ser un problema.

Por cierto, Mahmoud, el encargado de los guiftawys en el interior de la QH33, dice que en algunas partes de la cámara de culto, todavía cubiertas por al menos un metro y medio de arena, "suena a hueco"...

Hoy ha sido un día atípico. Los trabajos se han ralentizado tanto en el interior como en el exterior. En el primero, han aparecido más momias, aunque antes habían trasladado para su estudio final las que estaban en el estrato de incendio. Entonces, al retirar una fina capa de arena limpia han aparecido al menos dos más. Ambas parecen estar en su posición original, aunque es más que probable que fueran saqueadas en la antigüedad. La incógnita se resolverá en los próximos días. Mientras tanto, Miguel, Inmaculada y Lindas siguen excavando el segundo grupo de momias que se encuentran en muy mal estado de conservación. En otro sector de la tumba, José ha reemplazado a Kathryn, continuando con los trabajos que ya se iniciaron el año pasado bajo la capa de cenizas.

En el exterior se ha terminado de excavar la tumba QH34a y, durante unos minutos, ha habido cierta emoción al creer que se podía encontrar otro enterramiento muy cerca del mismo. Finalmente, ha resultado ser un hueco dejado durante la finalización repentina de los trabajos de construcción de la tumba QH33. Al mismo tiempo, se ha seguido excavando en el exterior del recinto, intentando dejar al descubierto más gradas en el norte del complejo funerario. En esa área es todo arena y, muy raramente, aparecen algunos fragmentos de cerámica de época bizantina, lo que indica que ya se está cerca de los niveles más antiguos.

En la QH34b, los trabajos de conservación del ataúd siguen muy lentamente, aunque con resultados muy positivos. Ya se ha consolidado el frontal sur, que se corresponde con los pies del difunto, y se ha comenzado a retirar la arena que hay sobre los mismos. Ello debe hacerse con una gran precaución, porque la madera está muy deteriorada. Al retirar la madera se ha podido medir totalmente la cámara, así como admirar la belleza de los jeroglíficos en los fragmentos del ataúd colapsado. Gracias al buen estado de conservación parcial de algunos de ellos se sabe que el difunto se llamaba Sarenput, al igual que los más famosos gobernadores que le precedieron y enterrados en las monumentales tumbas QH36 y QH31.

Tras una jornada extenuante, Alejandro y Miguel han sido invitados por el reis Samir a comer en la casa de los trabajadores del proyecto, en donde han sido agasajados con la tradicional hospitalidad egipcia y con un almuerzo pantagruélico, seguido de un té y la pipa de agua (shisha).

Enormemente productivo. Con esas palabras se puede describir brevemente el día de hoy. Por primera vez desde que comenzó la campaña de este año, han trabajado simultáneamente los nuevos métodos de documentación de última tecnología. Al escáner 3D se le ha sumado hoy el RTI, que consiste básicamente en la combinación de fotos de un mismo objeto con diferentes ángulos de luz (más de sesenta), de tal forma que el investigador, más tarde, tiene ante sí la posibilidad de observarlo con los planos de luz deseados. Ello es realmente interesante con los relieves de las tumbas o con las inscripciones que presentan problemas de erosión. La encargada de dirigir esta novedosa tecnología es la Dra. Kathryn Piquette, quien ha instalado su laboratorio en uno de los lugares más privilegiados: la cámara de culto de Sarenput II. La idea es comparar y combinar la información aportada por ambas tecnologías y probar su efectividad en diversos campos del proyecto.

Con respecto al trabajo arqueológico, los trabajos en el exterior continúan. Aunque no lo parezca, ya se ha llegado a los niveles del Reino Medio y mañana se espera llegar a la roca madre en el exterior del recinto funerario.

Los hallazgos se han producido en el interior. Bajo el grupo de momias carbonizadas, se detectaron otras rodeadas de objetos de diferentes épocas. Entre ellos ha aparecido una máscara de pequeño tamaño con rasgos nubios. Por el momento, es difícil determinar cuál fue su uso original, si bien su cronología parece ubicarse en la Baja época. Poco después y muy cerca de la máscara ha aparecido un tapón de un vaso canopo de bellísima factura y que se puede datar mucho más atrás en el tiempo que la máscara, a principios de la XVIII Dinastía.

De menor espectacularidad, pero de mayor trascendencia histórica ha sido el descubrimiento de un estucado polícromo en el que se menciona el nombre de uno de los ocupantes posteriores a la Dinastía XVIII de la tumba QH33. Ello es extremadamente raro por el momento, dado que, la mayor parte de los niveles excavados hasta ahora, son los que sufrieron las altas temperaturas del incendio, cuya fecha parece ir aclarándose gracias a las pruebas que está encontrando el equipo encabezado por Miguel.

José Alba ha comenzado a excavar en un sector por debajo del material no quemado. Como esperábamos, hay arena sin material, lo que nos permitirá agilizar los trabajos, siempre y cuando dejen de aparecer momias en el norte de la tumba.

Por su parte, Marta y Yolanda continúan con el estudio de las cerámicas y del resto de los objetos de las tumbas QH33 y QH34, con la ayuda inestimable de los dibujantes Niccolo y ángeles.

Hoy ha sido lo que los miembros del equipo denominan "un día de transición": se ha trabajado mucho, pero no se han hecho grandes descubrimientos. Al menos, han subido las temperaturas y las mañanas gélidas que se sufrían desde que se comenzó la campaña hace dos semanas, han dado paso a un tiempo más benigno.

Los mayores esfuerzos se han centrado sobre todo en los cortes donde están las momias, donde ha vuelto a aparecer un nuevo tapón de vaso canopo y un fragmento de cartonaje. Allí, Marta ha continuado retirando cerámicas de la XVIII Dinastía, algunas de las cuales todavía está entera.

Alejandro ha dirigido la excavación en el exterior del recinto y ha descubierto gran parte de la roca madre que hay al norte del mismo. En el proceso, se ha retirado una gran cantidad de arena, aunque sin hallazgo alguno, lo que indica que esa parte se cubrió muy rápidamente poco después por la acción del viento. La falta de material ha permitido a Alejandro centrarse en la inscripción hallada ayer y que ha podido ser restaurada casi en su totalidad. Ello ha permitido leer el segundo nombre completo de las personas que fueron enterradas durante la reocupación de la tumba. Se trata de un tal Pawer o Pasemsu, que en ambos casos se puede traducir por "El Viejo". Su nombre va acompañado por el determinativo de las personas respetadas. Aunque resulta aventurado por el momento confirmarlo, es posible que éste viviera durante la Dinastía XVIII.

En la casa del equipo en Naga el-Qubba (Asuán Oeste), Kathryn ha convertido las fotografías tomadas ayer en documentos RTI. Al mismo tiempo, el escáner ha terminado de realizar las pruebas planeadas durante la presente campaña. Los resultados se refinarán y mejorarán en la Universidad de Jaén a partir de la semana que viene con un ordenador más potente.

Mañana es fiesta nacional en Egipto, por lo que no habrá trabajo de campo, lo que permitirá a los investigadores del proyecto avanzar en las bases de datos y en la documentación del material hallado.

Después de la fiesta nacional de ayer, que el grupo aprovechó para visitar la Isla del Jardín Botánico (antes conocida como la Isla de Kirchner) y para dar una vuelta en barca alrededor de la Isla de Elefantina, hoy se retomaron los trabajos con el objetivo de mantener el buen ritmo. Aunque parezca mentira, todavía se están excavando y estudiando las momias que aparecieron hace más de una semana. Se encuentran rodeadas de una gran cantidad de material, principalmente, cerámicas, si bien, a media mañana ha aparecido un máscara de estuco de gran tamaño y que tiene unos rasgos perfectos. En otro sector del interior de la tumba ha aparecido un pequeño vaso de alabastro que aún contenía kohl en su interior. Cerca, la tapa de otro de mayores dimensiones.

Alejandro, con la ayuda de Luisa, ha podido reconstruir una inscripción hallada en un fragmento de madera de un sarcófago, que podría datar de la XVIII Dinastía y que previamente había sido limpiado y consolidado. Se trata de una conocida fórmula funeraria que era difícilmente visible debido al mal estado de la madera y la acción del fuego.

En el exterior, se han sacado a la luz cuatro escalones de gran tamaño que cerraban el complejo funerario en su lado norte. Frente a la puerta de la tumba hay un hundimiento en la roca madre provocado por una piedra. El interior parece estar hueco, pero no se podrá desvelar el enigma ya que hay que quitar mucha arena para acceder al frente del borde de la colina.

La mañana de trabajo ha pasado rápido, aunque quizá no tanto para los obreros, que seguramente esperaban a que terminase la jornada para disfrutar del merecido descanso del viernes. La mayor parte del grupo de la Universidad de Jaén se ha ido tras el almuerzo a Luxor, en donde disfrutarán de la hospitalidad de los miembros del proyecto Djehuti. El sábado más.

Por fin, espués de tres campañas excavando el nivel superior del interior de la tumba QH33 afectado por el fuego y compuesto mayoritariamente por ceniza y materiales quemados, hoy, a media mañana, se ha acabado. Seguramente, los lectores que han seguido las aventuras y desventuras de este equipo de investigación saben que el estrato de ceniza dificultaba en exceso el trabajo dentro de la tumba. Cualquier movimiento en ella provocaba que las partículas de ceniza se unieran a las del polvo normal y el ambiente fuera irrespirable. Cualquier miembro del proyecto tenía que ayudarse de una máscara con filtros de partículas para poder estar allí más de cinco minutos. Además, la visión de los materiales era mucho menor que en la arena sin ceniza, por lo que había que cribar cada gramo que salía del interior, lo que no nos permitía llevar a cabo una investigación espacial detallada sobre la situación original de cada objeto. A partir de ahora, sin la molesta e insana ceniza, se podrá incorporar a otro grupo de trabajo dentro de la tumba QH33, lo que permitirá la agilización de los trabajos. éstos siguen centrándose en la excavación de los sectores más cercanos a la puerta. Allí, se continúa estudiando los cuerpos momificados; hoy se ha levando el decimoctavo individuo de la presente campaña, que, como la mayor parte de los anteriores, ha aparecido en muy "buenas condiciones".

Por otro lado, el desmantelamiento de la ceniza ha coincidido con el descubrimiento total del cierre norte del exterior del recinto, que ha permitido admirar la existencia de cinco gradas, un diseño sólo observado en el sur del mismo recinto. Por el momento, resulta aventurada cualquier interpretación simbólica de la presencia de tales elementos; además, hay que buscar paralelos en otras necrópolis contemporáneas o anteriores.

Después del trabajo de campo, el Dr. Miguel Botella ha impartido una clase teórico-práctica sobre el uso del nivel topográfico. A ella han asistido aquellos miembros de la misión que no conocían su uso, así como nuestros colegas del Ministerio de Antigüedades, en algún caso para aprender su utilización y en otro para refrescar clases pasadas. Y es que la difícil situación económica de Egipto no permite al Ministerio de Antigüedades realizar todas las excavaciones que el país necesitaría para salvar sus monumentos o para aumentar el conocimiento científico. Es por ello por lo que los arqueólogos gubernamentales no tienen muchas oportunidades para ejercitar sus conocimientos. Otras veces es simplemente la falta de material básico.

Hoy el día iba a ser un mero trámite, pero, al final de la mañana, todos los miembros del proyecto estaban disfrutando de uno de esos días que se recordará toda la vida.

Alejandro y Juan Luis, una vez limpio el exterior de la tumba QH33, han decidido rebajar medio metro la terrera, para facilitar los trabajos de desescombro. Para tal labor, el reis dedicó dos tercios de los hombres, por lo que sólo se contaba con un equipo en el interior de la tumba además del grupo de antropólogos que seguía excavando las momias. Durante los trabajos se ha encontrado un mechón de pelo entre las ofrendas funerarias, probablemente de una plañidera que se cortó el cabello como ofrenda a un difunto. Y es que en el antiguo Egipto, y en algunos pueblos más tradicionales del País del Nilo en la actualidad, el coro de mujeres que acompañaban al muerto se cortaba algunos de sus cabellos como signo de duelo.La mañana ha continuado con un trabajo constante. Después del desayuno la terrera ya estaba casi rebajada un metro y se ha decidido que, una vez finalizasen los trabajos, se iniciaría la limpieza de un derrumbe en el exterior de la tumba QH33 y que, en días pasados, ya llamó la atención del equipo. Cuando se estaban retirando las grandes piedras, se produjo la primera gran sorpresa del día. La Dra. Inmaculada Alemán, durante las labores de excavación de una momia, tuvo que nivelar el terreno que estaba alrededor del individuo. Entonces ha aparecido ante ella la cabeza de un ataúd de una bellísima factura. De madera, con los ojos pintados y hecho en el más puro estilo egipcio, se asomaba entre la arena con una mirada eterna que desprendía toda la magnificencia de esa civilización. Las palabras se quedan cortas para expresar los sentimientos de todos los miembros del equipo que, alertados por los gritos de los espectadores que había dentro de la tumba, acudieron a disfrutar de un momento inolvidable.

La mañana ha continuado con un trabajo constante. Después del desayuno la terrera ya estaba casi rebajada un metro y se ha decidido que, una vez finalizasen los trabajos, se iniciaría la limpieza de un derrumbe en el exterior de la tumba QH33 y que, en días pasados, ya llamó la atención del equipo. Cuando se estaban retirando las grandes piedras, se produjo la primera gran sorpresa del día. La Dra. Inmaculada Alemán, durante las labores de excavación de una momia, tuvo que nivelar el terreno que estaba alrededor del individuo. Entonces ha aparecido ante ella la cabeza de un ataúd de una bellísima factura. De madera, con los ojos pintados y hecho en el más puro estilo egipcio, se asomaba entre la arena con una mirada eterna que desprendía toda la magnificencia de esa civilización. Las palabras se quedan cortas para expresar los sentimientos de todos los miembros del equipo que, alertados por los gritos de los espectadores que había dentro de la tumba, acudieron a disfrutar de un momento inolvidable.

Cinco minutos más tarde del descubrimiento y cerca ya de la hora en que los trabajadores cumplen con su jornada, los guiftawys que continuaban trabajando en el amontonamiento de piedras, han llamado a Alejandro y a Juan Luis: debajo de aquel derrumbe, el suelo había cedido en la Antigüedad y se abría un pequeño hueco oscuro. Alejandro ha introducido un distanciómetro láser y ha comprobado que las medidas arrojadas por el aparato no podían corresponder a otra cosa que no fuera una tumba. A la espera de confirmarlo en los próximos días, ya ha sido numerada como QH33a. Entonces, se evaluará la importancia del hallazgo y se comprobará si ha sido violada en la antigüedad. Pero, la sensación del descubrimiento ha sido una experiencia extraordinaria.

Tras los descubrimientos de ayer, los trabajos se tenían que organizar con la mayor frialdad posible. No sería justo cambiar todos los objetivos de la campaña a causa del descubrimiento de una nueva tumba. Además, se tenía que informar a las autoridades egipcias del hallazgo y asegurarse de que teníamos autorización para excavarla.

La mañana ha comenzado en el punto donde se dejaron ayer los trabajos. Inmaculada Alemán ha continuado excavando la parte superior del magnífico ataúd antropomorfo descubierto ayer. Al retirar la arena, se ha podido comprobar que aún conservaba restos de la policromía original: era blanco, lo que permite datarlo a comienzos de la XVIII Dinastía (1500 a. C.). Los trabajos han finalizado antes de lo previsto, ya que el ataúd no se ha conservado en su totalidad, sólo hasta el pecho. Una vez que se ha consolidado in situ, se ha trasladado para su limpieza y documentación fotográfica y de dibujo. A pocos metros de ella, se ha ampliado la zona de excavación, nivelando la arena, en la que apenas ha aparecido material, lo que ha permitido avanzar mucho más rápido.

En el exterior, Juan Luis Martínez ha decidido ampliar la visión de la roca madre de la montaña que se halla por debajo del suelo de la tumba QH33. El objetivo era obtener una visión lo más parecida posible a la que tenían los constructores del hipogeo allá por el año 1830 a. C. Además, aumentar nuestro conocimiento sobre el diseño exterior de la tumba ayer descubierta. Los trabajos comenzaron en el sur de la concesión para, de paso, investigar una abertura que se abría en un estrato de antiguos escombros y que ya había sido detectado en el año 2009. Tras un momento en el que parecía que habría otra feliz noticia, se ha comprobado que no se trataba de una nueva sepultura, sino de un capricho en la disposición de los estratos.

Tras el desayuno, Alejandro, junto con Marta y la inspectora del Ministerio de Antigüedades, Zeinab, ha ido a la oficina gubernamental en Asuán para encontrarse con el subdirector responsable de los monumentos en la provincia de Asuán y Nubia, Abdel Hakim Karar. Tras una distendida charla, en la que se ha informado de los nuevos hallazgos, Alejandro ha sido informado de que puede excavar la nueva tumba hallada.

Al llegar al yacimiento, casi al final de la jornada de trabajo, el reis Samir le ha señalado, con una sonrisa de satisfacción, una nueva irregularidad en el terreno, en concreto en el frontal de roca de la montaña. Se trataba de una abertura de aproximadamente un metro que no era natural. De nuevo, con el medidor láser, Alejandro ha retirado un poco de las lascas que cubrían la entrada y ha comprobado que se trataba de una nueva sepultura que se adentraba en la roca al menos tres metros. Tras tomar algunas fotos, se ha procedido al cierre y se ha comprobado que está parcialmente cubierta de arena. La incredulidad por el hallazgo de otra tumba ha recorrido la mente del resto de investigadores durante algunos instantes. Sólo la comprobación personal ha confirmado la mejor de las noticias: dos tumbas descubiertas en tan solo dos días!

Debido al sistema de numeración (realmente complejo) que se sigue en Qubbet el-Hawa, la tumba ayer descubierta ha pasado a ser denominada QH33b y la nueva ha recibido el que tenía ésta: QH33a.

Mañana, continuarán los trabajos en el interior de la tumba QH33 y se comenzará la excavación de la QH33b.

Todavía queda una pequeña parte del frontal de la colina por ser excavada, lo que significa que la numeración de las nuevas tumbas puede cambiar. A la vista de lo sucedido los últimos días, la pregunta que flota en el aire es "¿por qué no?"

En 2008, el geólogo Israel Mellado realizó un estudio geo-técnico en toda la colina de Qubbet el-Hawa. Sus conclusiones fueron abrumadoras desde el punto de vista de la conservación del yacimiento: existía un riesgo muy elevado de colapso de ciertas tumbas, entre las que sobresalía la QH34h, en la que fue enterrado el noble Khunes a finales de la VI Dinastía (2200 a. C.). En 2009, se establecieron una serie de acciones para evitarlo. Para ello se testaron diferentes morteros en el mismo estrato geológico de la colina que carece de tumbas. En 2010, tras analizar los resultados de estos morteros, se eligió el mejor para consolidar las grietas que había en los seis pilares de la tumba. Antes de su aplicación se tuvieron que limpiar las grietas y después se inyectó el mortero. Hoy, Israel y la Dra. Arquitecta Mari Paz Sáez han analizado durante toda la mañana el estado de esas fracturas selladas y han comprobado que el mortero empleado funciona perfectamente. El siguiente paso es la consolidación del techo. Durante las próximas dos semanas intentarán desarrollar una estrategia -viable económicamente para la Fundación Qubbet el-Hawa – para solucionar este reto.

Los planes arqueológicos de hoy se han centrado en dos áreas bien definidas. Por un lado, en el interior, se ha continuado excavando los sectores más cercanos a la puerta y se ha podido determinar un área con cerámica y diversos objetos datados en la XVIII Dinastía (1500-1450 a. C.). En otra parte, se ha detectado un hiato cuya causa habrá que determinar si es posible a partir del material que aparezca o no en los sectores vecinos.

El segundo centro de actuación ha sido la tumba descubierta hace un par de días. La principal razón para excavarla inmediatamente ha sido que ya era perfectamente conocida por todos los que trabajan en el yacimiento y no se podía correr el riesgo que alguien intentara saquearla durante la noche. Lamentablemente, la inestabilidad política del país durante los últimos meses ha sido aprovechada por gente sin escrúpulos para saquear y destruir algunos yacimientos. La situación no es grave en Asuán, pero no se pueden correr riesgos innecesarios.

La excavación de la tumba QH33b comenzó a media mañana, tras su dibujo y toma de cotas en el exterior. Se planteó hacerla desde el techo que había colapsado por la caída de un bloque de piedra procedente de las obras de la vecina tumba QH33.

Tras la retirada de las piedras, se ha documentado que la tumba había sido abierta con anterioridad y, al profundizar en la arena, se ha comprobado que había sido violada en la antigüedad y que el ataúd había sufrido la voracidad de la termita. La tumba tiene alrededor de tres metros de profundidad por uno y medio de anchura. Mañana, se intentará conocer cuándo fue construida la tumba, quién fue enterrado en su interior y en qué momento fue saqueada. Este último aspecto es importante porque el techo se quebró durante los trabajos de construcción de la tumba QH33. Resultaría paradójico que hubiesen sido aquellos que construían la vecina tumba los que hubiesen robado y entrado en otra anterior.

El trabajo de campo es imprevisible y los planes que había para hoy se han visto frustrados a media mañana.

Todo comenzó como era habitual: continuación de la excavación en los sectores no finalizados el día anterior o comienzo en nuevos. Los trabajos en el interior de la QH33 se han ampliado y los trabajos han avanzado a un buen ritmo: en total había tres frentes abiertos, algunos de los cuales no producían nuevo material. En otros, la gran cantidad de cerámica encontrada está suponiendo un gran problema en el almacén situado en la tumba QH102, ya que ya casi no queda espacio para depositarlo. A pesar de ello, el buen estado de conservación de las piezas, como un vaso canopo completo con su tapón con forma de cabeza humana encontrado hoy, hace más leve el problema.

En el exterior, siguen los trabajos de conservación en el ataúd de Sarenput (QH34b) y, sorprendentemente, se están pudiendo recuperar algunas zonas de la cubierta original que se habían colapsado. Entre las piezas, Luisa ha reconocido un par de fragmentos que mencionan ofrendas destinadas al difunto.

Un poco más al oeste, Alejandro ha dirigido los trabajos de excavación de la tumba QH33b. Poco después de comenzar, se han hallado restos de una tapa de ataúd, probablemente datado en la primera mitad del primer milenio a. C. Su estado de conservación era más que precario: sólo se conservaba una fina capa de yeso policromado completamente quebrada, en donde, tras los arduos trabajos de limpieza, se ha podido reconocer la representación de cuatro dioses: Ra-Horajti, uno inidentificable (posiblemente Osiris), Neftis y Wadjet.

Lamentablemente, a media mañana, cuando mejor avanzaban los trabajos en el exterior, Asuán ha sufrido la llegada de una tormenta de arena que ha obligado a todos a guarecerse en la cercana tumba de Sarenput II. Tras el desayuno, degustado en tan magnífico marco, los trabajos se han concentrado en el interior de la QH33, ya que la arena impedía la visión.

Tras la tormenta de arena que obligó a paralizar los trabajos en el exterior, hoy se han vuelto a reanudar. Durante toda la mañana se ha limpiado con el máximo cuidado el ataúd de Baja época que poco a poco ha revelado su forma, tamaño, policromía y parte de sus inscripciones originales. Pese a su mal estado de conservación debido a la acción de la termita, se ha podido documentar y dibujar. Desgraciadamente, por ahora no se conoce el nombre del propietario, aunque todavía queda la parte inferior por ser descubierta. Por el momento, parece claro que fue enterrado en la tumba QH33b cuando ésta ya había sido violada con anterioridad y se había cubierto parcialmente de arena. Por lo tanto, en los próximos días se espera definir al menos dos fases cronológicas claras.

Las excavaciones en el interior han seguido al mismo ritmo que ayer. Se ha definido claramente un área con material saqueado datado en la XVIII Dinastía y que estaría relacionado con el ataúd de tan fina factura hallado en días anteriores. Parece que debajo de este nivel, lo que se encuentra es arena sin material arqueológico. En un sector del interior, Miguel ha encontrado un cráneo de un adulto joven (menor de 25 años) con caracteres negroides (seguramente nubio) que sufrió un golpe fortísimo en la cabeza y del que se recuperó.

Alejandro y Kathryn han estado trabajando toda la mañana con la tecnología RTI en la tumba Qh35f. Sobre la entrada de la puerta hay una inscripción en muy malas condiciones que no ha podido ser leída en su totalidad hasta el momento. La elección de esta tumba no ha sido aleatoria. De acuerdo con el egiptólogo Elmar Edel, esta tumba sería la más antigua construida en Qubbet el-Hawa, concretamente en el reinado de Pepy I (VI Dinastía), una generación antes del conocido Herkhuf. Los resultados preliminares son esperanzadores y posiblemente ayudarán a comprender la organización provincial durante este periodo.

Ante todo, el equipo del proyecto Qubbet el-Hawa dirigido por la Universidad de Jaén expresa su máxima repulsa por la violencia que se ha vuelto a reproducir en Egipto y desea que la situación vuelva de nuevo a la calma y a la normalidad.

Por el momento, la situación es tranquila en Asuán, más si cabe en la zona de residencia de los investigadores en Garb Asuán (Asuán Oeste), en donde los investigadores se encuentran acogidos por la comunidad. La vida se desarrolla con total normalidad, si bien está en la mente de todos contar con algunas precauciones para evitar problemas en situaciones no deseadas.

Los trabajos continúan en dos de las zonas de la concesión: el interior de la QH33 y la QH33b. En la primera, se está avanzando a una gran velocidad, ya que en muchos de los sectores sigue sin aparecer material novedoso. Hoy se ha levantado una de las momias descubiertas hace días y que perteneció a un niño, que será estudiado mañana.

En la QH33b, ha comenzado la retirada de los restos del ataúd de Baja época para poder estudiar a su ocupante. Su excavación ha permitido localizar in situ un escarabeo alado y los amuletos de los cuatro hijos de Horus, todos fabricados en fayenza (pasta vítrea). A ambos lados de los pies de este ataúd han aparecido dos nuevos cuerpos que se excavarán mañana. En principio, pueden pertenecer a otros periodos, por lo que la complejidad en el uso de la tumba se está multiplicando y, de dos periodos inicialmente detectados, se ha de pensar en al menos tres (Baja época, Dinastía XII y otro, por el momento, por determinar).

Por cuestiones burocráticas, el director del proyecto, el Dr Alejandro Jiménez, ha debido de marchar a España. En su ausencia, y tras delegar ciertas tareas a diferentes miembros del equipo, los trabajos en el yacimiento se han ido sucediendo según lo previsto.

En el interior de la tumba QH 33 los tres frentes abiertos han sido excavados con normalidad. La gran cantidad de material cerámico en uno de los sectores impide un rápido avance pero, aun así, se intenta extraer de éste la máxima información posible. Como se suele decir en estos lares, "suaya" a "suaya", algo así como "sin prisa pero sin pausa".

Por otro lado, en el exterior, el Dr Miguel Botella ha procedido a la extracción del cuerpo que contenía el ataúd policromado en la tumba QH 33b. El magnífico estado de conservación del individuo y su posición expectante ha llamado la atención y el interés de los turistas que pasaban por el yacimiento, incluso en ocasiones, como si de rendirle culto se tratase.

El buen ritmo de trabajo y, por tanto, de extracción de material arqueológico, ha ido provocando la acumulación de material registrado en el almacén. Para evitar un posible colapso, Marta y Jose se han ocupado de una rápida, pero efectiva, organización de éste. Mientras tanto, el equipo de dibujantes y Yolanda han continuado con la laboriosa tarea de inventariar el material selecto en la tumba QH 102 para su posterior estudio.

Jornada de transición. Una vez reorganizados los almacenes, donde se acopla todo el material arqueológico, se ha procedido a la extracción de los materiales en superficie excavados durante los tres últimos días. Era imposible almacenar la ingente cantidad de cerámicas completas para preservarlas. Documentamos en los siguientes estratos una ausencia casi total de material arqueológico, lo que parece indicar un hiato en los procesos deposicionales.

En el exterior de QH 33, se amplía la zanja que delimita el complejo funerario por su lado este con la intención de definirlo y detectar nuevas estructuras de enterramiento como se puso de manifiesto en días anteriores con el descubrimiento de QH 33b.

El equipo de restauradores se aferra en la lenta tarea de conservar las piezas que mejor estado presentan y consolidarlas definitivamente, no sólo con el objetivo de su puesta en valor, competencia de las autoridades egipcias, sino para facilitar el estudio de la escritura jeroglífica por parte de los especialistas.

Por otra parte, el geólogo y la arquitecta intensifican el estudio y el comportamiento de determinadas tumbas de la necrópolis para definir la estrategia a aplicar en la tumba QH 34h (Junes). La colocación de testigos para controlar posibles movimientos en bloques diferenciados por fracturas del macizo rocoso, es la primera fase del objeto a estudiar durante la presente campaña: su estabilización y conservación mínima.

En otro orden de cosas, en el día de hoy hemos recibido la agradable visita de las inspectoras del Servicio de Antigüedades de Egipto, que nuestra expedición tuvo en campañas anteriores. Amira y Wafaa han supervisado el ritmo de los trabajos, valorando el estado de los materiales arqueológicos para su posible exposición en Museo Nubio de la ciudad de Asuán. El grupo de la misión española ha sido animado por las Inspectoras para continuar con las investigaciones en años venideros.

Además, en el día de hoy, ha partido hacia España el estimado equipo de antropólogos, finalizando el sobresaliente trabajo realizado y que continuará en la próxima campaña.

En general, el equipo de investigadores de la Universidad de Jaén se congratula del buen ritmo de trabajo y del buen ambiente que reina en el seno de la expedición.

Desde primera hora de la mañana hemos recobrado el buen ritmo de excavación con el que se inició la semana. Una vez organizados los almacenes queda espacio para depositar las grandes piezas cerámicas (almacenaje y rituales) documentadas en días anteriores.

Tal es el ritmo de excavación que hemos conseguido avanzar hasta los sondeos más alejados desde la puerta de la tumba QH 33. Allí se ha documentado gráfica y fotográficamente la mesa de ofrendas situada justo delante del nicho principal, hallada durante la campaña anterior para proceder a su extracción definitiva. En otros sectores de la excavación de la tumba se siguen registrando niveles estériles de material arqueológico.

El equipo de restauración continúa con las labores de consolidación sobre el terreno de diferentes hallazgos, así como la preparación de una plataforma horizontal a modo de parihuela para la extracción de diferentes sarcófagos.

Pero toda satisfacción tiene su lado amargo. A media mañana se ha suspendido el suministro eléctrico en toda la necrópolis, por lo que en el interior de la tumba QH 33 se han ralentizado los trabajos de excavación y documentación. De forma simultánea, cuando hemos centrado todos los esfuerzos en el exterior de la tumba, nos ha sorprendido una intensa tormenta de arena que ha minimizado el buen ritmo de trabajo inicial.

El equipo de geólogos ha determinado las patologías de una veintena de tumbas analizando las variables de diferenciación cronológica por un lado, y la localización entre ellas por otro.

En definitiva, ha sido un buen día para el trabajo de laboratorio, documentación gráfica y planimétrica, estudio de materiales arqueológicos y fotografía.

Segundo día consecutivo con un tiempo desapacible. Por esta causa los trabajos arqueológicos se han centrado en el interior de la tumba QH33. Allí se han registrado y documentado nuevos enterramientos, los cuales no gozan del mejor estado de conservación. Al igual que los excavados en días anteriores, se disponen de forma aleatoria sobre la superficie de la tumba la cual en este momento se encuentra parcialmente colmatada. En algunos casos los ataúdes aparecen apilados en altura.

Asociados a estos enterramientos se ha hallado material cerámico de gran variedad tipológica, probablemente de tipo ritual. La mayoría de las piezas cerámicas proporciona una cronología en torno a la XVIII dinastía coincidiendo a nivel estratigráfico.

Con respecto a la restauración se ha terminado de colocar la estructura horizontal que permitirá la extracción del sarcófago de la tumba 34B, cuyo propietario parece pertenecer al linaje de los Sarenput.

Por otro lado, se han tomado las medidas oportunas para la ampliación de los almacenes como consecuencia de la ingente cantidad de material arqueológico extraído por lo que se prepararán unas cubiertas de madera para tapar los pozos funerarios existentes en las tumbas-almacén.

Mari Paz e Israel han estado tomando muestras de roca para realizar el estudio físico-mecánico del macizo con el objetivo de llevar a cabo una adecuada intervención para la conservación de las tumbas. Además, han colocado testigos de escayola en QH 34h para controlar posibles movimientos de bloques individualizados por fractura.

Puntuales, el equipo comienza el ultimo día de trabajo en la presente semana. Luisa, Linda y Juan Luis se marcan como objetivo general en el interior de la tumba, la regularización cronológico-temporal de los niveles deposicionales en proceso de excavación. Las estructuras y deposiciones funerarias serán extraídas la siguiente semana.

En los últimos días los hallazgos no han sido tan espectaculares como la semana anterior ya que como se apuntó en días pasados estamos en proceso de excavación de niveles estériles o, cuando menos, con materiales arqueológicos escasos. A pesar de ello, las cerámicas halladas siguen siendo de gran calidad y factura excelente.

Una vez agotados los niveles de incendio que cubrían de cenizas y materiales quemados la superficie de la tumba, el ambiente es medianamente respirable.

Israel y Ma Paz, a falta de los ensayos físicos pertinentes, han elaborado un informe preliminar de las medidas y necesidades inmediatas para la estabilización de las tumbas en peor estado de conservación.

Los responsables del dibujo arqueológico, ángeles, José y Nicoló, han avanzado hasta el medio millar de piezas arqueológicas dibujadas entre cerámicas, amuletos, tallas en madera, etc. Esta documentación gráfica, que de manera descriptiva analizarán Marta y Yolanda, goza de una excelente calidad y fidelidad con su original siendo de gran ayuda en el posterior trabajo de laboratorio. Esta labor quedará complementada con la aplicación de nuevas tecnologías desarrolladas por Kathryn.

Mientras tanto Teresa se aferra a la nunca bien ponderada tarea de devolver al estado que un día tuvieron, las piezas arqueológicas más representativas, dentro de las posibilidades que ofrece un laboratorio de restauración temporal.

Hoy termina una semana de intenso trabajo y aunque durante la jornada del viernes no se trabajará en la necrópolis, el día festivo será utilizado para definir los objetivos y estrategias a seguir la próxima semana.

Ayer viernes, día libre, el equipo aprovechó para visitar la isla de Elefantina, dónde se hallan los restos arqueológicos de la antigua capital de la región de la Primera Catarata. La importancia de este yacimiento reside en la relación directa con los nobles enterrados en la colina de Qubbet el-Hawa, y, por tanto, del propietario de la tumba QH33, como gobernadores de dicha ciudad durante el Egipto faraónico. Allí, los miembros del equipo fueron cordialmente recibidos por la misión del Instituto Suizo, dirigida por el Dr. Cornellius von Pilgrim, quien, muy amablemente, se prestó a hacer de guía de la visita y explicar cómo funcionaba la ciudad en los distintos períodos de su actividad. Además, Marta y Jose aprovecharon la ocasión para visitar los almacenes de dicha misión y poder compararlos con los materiales hallados en nuestro yacimiento. Del mismo modo, Luisa pudo acceder al santuario de Heqa-ib, normalmente cerrado al público, y documentar las estelas e inscripciones contenidas en los nichos. No hace falta decir que los miembros del equipo aprovechan su estancia en Egipto no sólo para visitar el patrimonio que ofrece, sino también para ampliar y poder documentar in situ sobre diferentes aspectos de sus respectivas investigaciones.

En cuanto al día de hoy, los trabajos en el exterior se han centrado, tal y como ya se inició el jueves pasado, en la limpieza de la plataforma sur.

Por otro lado, en el interior de la tumba se sigue avanzando con normalidad. El poco material arqueológico sigue dando un respiro a la continua organización de las tumbas-almacén cedidas por el Servicio de Antigüedades de Egipto. De hecho, el limitado espacio disponible en éstos ha hecho reconsiderar la idea de tapar los pozos funerarios que, aún hoy, seguían abiertos. Así, a primera hora de la mañana, los guiftawis han subido los tablones de madera que han servido de cubierta y a última hora han sido cuidadosamente colocados.

Por último, el regreso y reincorporación del director del proyecto, Alejandro Jiménez, ha supuesto una inyección de ánimo para el equipo, no sólo por la entrada de noticias frescas de España o por la llegada de encargo de materiales de trabajo, sino también porque ha traído consigo productos gastronómicos "varios" de la tierra.

La mañana comenzó dentro de la QH33 como los días pasados, en los que el protagonista iba a ser de nuevo el estrato de arena sin material. Y así fue hasta que se pudo mover la gran mesa de ofrendas que había frente al nicho. Bajo aquella apareció una nueva mesa de ofrendas, esta vez sólo un gran fragmento que probablemente se pueda completar con el que fue utilizado para cerrar la cámara intacta hallada en 2008. Cuando se pueda abrir la cámara, se comprobará si ambos fragmentos pertenecen a la misma pieza. El fragmento hoy descubierto se apoya, de nuevo sobre otra mesa de ofrendas, por lo que, al menos, tenemos tres que fueron colocadas frente al nicho, el lugar más sagrado de la tumba, para realizar los rituales funerarios a los difuntos allí depositados en diferentes periodos.

Poco después, se ha encontrado un muro de piedras cerca de las mesas de ofrendas, bajo los niveles de ocupación del Reino Nuevo. Por el momento, se entiende que este muro fue levantado en un momento contemporáneo con la construcción de la QH34 (finales de la XII Dinastía), cuando la arena había cubierto e inundado ya de forma parcial la QH33. Es posible que en esa época, los familiares del difunto enterrado en esta tumba, decidieran erigir ese muro para impedir que la arena cubriese la zona frente al nicho, porque era allí donde realizaban los rituales funerarios.

Niccolo y Alejandro han estado documentando y dibujando los fragmentarios restos de escritura y de escenas que decoraban el nicho y que se salvaron del incendio provocado por los saqueadores de tumbas allá por el siglo V a. C.

En el exterior, se sigue excavando en el sector que, conscientemente, se había dejado sobre la plataforma sur. La idea de dejar esa zona sin excavar era poder comprobar, más tarde, si nuestras interpretaciones sobre el material que había en esa zona eran correctas. Tal y como se había concluido preliminarmente, se trataba de los restos de la escombrera utilizada en la construcción de la tumba QH34, a finales de la XII Dinastía.

A media mañana, el jefe de inspectores del Servicio de Antigüedades, Shazle, ha visitado la excavación para supervisar el material escogido por las inspectoras Amira y Wafaa la pasada semana. También, ha permitido la continuación de los trabajos en la QH33b, que habían sido paralizados la semana anterior por un malentendido burocrático. Así, Linda Chapon, ha vuelto a abrir la excavación y, al final de la mañana, ya tenía claramente identificados al menos cinco individuos, entre los que hay un niño, enterrados en la pequeña tumba. Por el momento, es difícil saber en qué periodo fueron inhumados, salvo por el primero, excavado en las semanas anteriores.

Por otro lado, el ataúd hallado en la cámara intacta QH34b está lo suficientemente consolidado para ser extraído parcialmente en los próximos días. Una vez que se proceda al traslado de este gran fragmento, se podrán consolidar los fragmentos más interesantes en los que está el nombre del propietario del ataúd, un tal Sarenput, y, quizá, sus títulos.

A diferencia de los días anteriores, hoy la gran sorpresa ha aparecido en la QH34b, donde fue enterrado Sarenput y cuyo ataúd se está consolidando y limpiando. Precisamente, durante la retirada de la arena que cubre el cuerpo, se ha hallado una franja de yeso policromado que probablemente estaría sobre las vendas del difunto y que la termita dio buena cuenta de ellas en el pasado. Sobre esta franja, en pan de oro, aparece el nombre de la madre del difunto, Sat-Cheni, muy común en las mujeres de la familia de los gobernadores de Elefantina durante la XII Dinastía, lo que parece indicar que este Sarenput era un descendiente de los altos funcionarios.

Linda ha continuado con la excavación de la tumba QH33b, donde ha terminado de excavar el cuerpo de un infante, que seguramente vivió durante la XXVI Dinastía.

En el interior, Juan Luis ha dirigido los trabajos en varios sectores, en alguno de los cuales ha aparecido un nuevo tapón de vaso canopo de la XVIII Dinastía. En un sector diferente, los trabajos han podido ir más rápidos, de tal forma que el nicho principal de la tumba es ya casi visible en su totalidad desde el exterior.

A media mañana, el grupo de la Universidad de Jaén ha recibido la visita de la Dra. Maria Gatto, profesora de la Universidad de Yale y directora de la misión arqueológica y epigráfica que se desarrolla principalmente en Wadi Kubbaniya. Tras la visita a Qubbet el-Hawa, dirigida por Alejandro, todos han disfrutado de un almuerzo en la casa del equipo español y, tras el café, han intercambiado información sobre las nuevas tecnologías que ambos equipos están probando en sus respectivos proyectos.

Hoy la primera noticia del diario podría haber sido que, por primera vez este año, hemos superado los treinta grados. Pero, no. Se han producido dos nuevos hallazgos que han revolucionado el ánimo de todos los que forman parte del proyecto.

La mañana comenzó con el ritmo habitual de trabajo. Linda extrajo la momia de un niño enterrado en la QH33b. Se continuó con la consolidación del ataúd de Sarenput en la QH34B, que mañana será extraído parcialmente para continuar trabajando con el resto.

En el interior de la tumba QH33, los trabajos continuaron en los niveles de arena estériles. En el sector donde trabaja Mahmud, cada vez que caía una espuerta llena de arena, retumbaba. Se oía un sonido grave y con una ligera reverberación. Mahmud, impaciente, le pidió a Alejandro acelerar los trabajos para ver qué se escondía debajo de la arena. Puesto que no aparecía ningún material, se dio el visto bueno. El primer sector no arrojó ningún resultado y tras llegar a la cota fijada con anterioridad, se continuó en el más próximo. Tras veinte minutos a un ritmo vertiginoso, las esperanzas de todos se empezaron a desvanecer, hasta que Alejandro advirtió que la pared norte de la cámara de culto se abría una grieta que no era de origen natural. Los trabajos se paralizaron y, con la ayuda sólo de las manos, Alejandro empezó a descubrir el inicio de una nueva cámara. Tras varios minutos retirando la arena, se pudo comprobar que la nueva cámara medía más de dos metros de largo por casi uno de profundidad. Al mirar en el interior, se pudo comprobar que estaba cubierto casi en su totalidad de arena Había sido violada en la antigüedad! Aun así, alguno de los miembros del proyecto derramó más de una lágrima: se trataba de un nuevo triunfo, que, tras meses de duro trabajo de gabinete en España y del incómodo trabajo de campo en Egipto, lejos de comodidades, familia y amigos, se convierte en una recompensa. Tras la excitación por el descubrimiento, el trabajo ha continuado como siempre, aunque con la incertidumbre por saber qué dejaron los saqueadores en esa nueva cámara. La respuesta se conocerá en los próximos días.

A media mañana, Alejandro y Yolanda se han dirigido a las oficinas del Ministerio de Antigüedades en Asuán. Allí tenían que coordinar la catalogación de los objetos más importantes encontrados en las pasadas campañas y que serán guardados en los almacenes de las autoridades egipcias.

Casi al final de la mañana, Alejandro ha vuelto al yacimiento y Mohamed Ashif le ha comunicado que había otro gran descubrimiento: junto a la tumba QH33b, había otra tumba similar. Linda le ha mostrado un pequeño hueco de apenas veinte centímetros que comunicaba con la nueva. Se trata de una sepultura muy similar a la QH33b, pero, en este caso parece estar intacta, si bien el paso de las termitas es evidente.

Al final de la mañana, Mahmud se ha acercado a Alejandro y le ha explicado que, en otras partes de la tumba, todavía "sigue sonando a hueco."

Tras los emocionantes momentos vividos ayer, hoy sólo quedaba mantener la cabeza fría y seguir avanzando en los trabajos tal y como habían sido programados. Dentro de la tumba QH33 se ha proseguido con la limpieza y excavación de los sectores que quedaron abiertos tras la intensa jornada de trabajo. Así mismo, en el exterior, Linda ha continuado con la extracción de los individuos hallados en la tumba QH33b. En ésta, se ha rescatado parte de una estatua de madera policromada que representa a la divinidad funeraria Ptah-Sokar-Osiris.

Por otro lado, en la tumba QH34B, y tras varias semanas de trabajos de conservación de las partes accesibles del ataúd allí contenido, se ha procedido a la extracción del lateral oriental. El poco espacio disponible y el delicado estado de la pieza han hecho de ello una difícil tarea que, finalmente, ha sido superada con éxito.

A mitad de mañana, el equipo de investigadores de la UJA ha recibido la visita del inspector Shazle. La próxima apertura de un nuevo almacén para material arqueológico en Asuán ha hecho que las autoridades egipcias se estén poniendo en contacto con las diferentes misiones que trabajan en la zona. El propósito es claro, mantener a buen recaudo los materiales extraídos en las excavaciones arqueológicas. La titánica labor ha comenzado por aquellos objetos de mayor valor o interés histórico, por lo que Yolanda y Marta deberán realizar un listado de aquellas piezas propuestas por el Consejo Supremo de Antigüedades Egipcio.

Se llega al final de la semana y los investigadores, aunque algo cansados, se encuentran muy satisfechos tanto por la labor realizada como por los resultados obtenidos.

Entre los hallazgos, una veintena de momias en diferente estado de conservación, el sarcófago de la tumba 34b parcialmente consolidado, la excavación de una tumba en el exterior del complejo funerario frente a la entrada de la QH-33 con enterramiento múltiple que aún continua en proceso.

A nivel estructural, la aparición en el interior de la tumba QH-33 de un muro de mampostería, ha apuntalado la teoría de la reocupación y reutilización del monumento funerario en periodos posteriores a su construcción. Y como hallazgo excepcional, el descubrimiento de una nueva cámara funeraria en el interior de la QH-33, que será documentada durante la semana entrante.

Tal ha sido el ritmo e importancia de hallazgos y descubrimientos de la misión española en esta necrópolis faraónica, que han sido diferentes las visitas durante esta semana de los inspectores del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto para la región de Asuán, hecho que no se suele prodigar con frecuencia.

En el día de hoy, no menos espectacular ha sido el hallazgo de un fragmento de papiro con escritura jeroglífica cursiva. Así mismo un fragmento cerámico de un vaso canopo con escritura jeroglífica, datado para la XVIII Dinastía, que nombra a un escriba.

Hay que estar expectantes ya que se ha llegado a un momento de la excavación donde comienza a documentarse los primeros materiales arqueológicos de Reino Medio, lo que hace prever una semana repleta de novedades y satisfacciones.

El director y el grupo de investigadores quieren, por último, agradecer el interés de los medios de comunicación nacionales e internacionales, al hacerse eco de las noticias referidas al Proyecto, así como a los seguidores por su atención prestada en diferentes redes sociales.

Comienza la sexta semana, que también será la última en la que se desarrollará el trabajo de campo con los guiftawys. Gracias al buen ritmo, se van a poder alcanzar los objetivos fijados con antelación. Así, el ataúd de Sarenput, en la cámara 34b, se ha excavado, consolidado y extraído en un tercio. Lo que queda resulta mucho más sencillo de sacar, ya que no está cubierto por la arena y se encuentra en mejor estado que lo anterior. En el interior de la QH33, ha sido un día muy importante para comprender cómo se encontraba la tumba a finales de la Dinastía XII. Gracias a las excavaciones de hoy, hemos podido saber que en ella se enterró la mujer anónima, cuya cámara intacta se descubrió el año pasado, antes de que finalizasen los trabajos de pulimento en la tumba. Se trataría de un familiar directo del dueño de la tumba que falleció antes de lo previsto y se decidió enterrarla cuando todavía la tumba no se había terminado. La presencia de las lascas producidas en el pulimento de la tumba seguramente salvó esta cámara de ser expoliada en la antigüedad. Estas lascas también se extienden hacia otros sectores, concretamente en el que está junto al nicho pequeño, donde tradicionalmente se enterraba la mujer del propietario de la tumba. Allí, la caída de cualquier objeto indica que mañana podremos descubrir algo que se suponía, pero que no por ello sería segura su presencia. Las dudas que asaltan al grupo son numerosas: ¿se trata de un nuevo pozo o de unas escaleras?, ¿habrá una nueva cámara o no se llegaron a terminar los trabajos?, ¿habrá dañado la termita la madera que hubiese en su interior?

Por otro lado, Linda continúa documentando y extrayendo cuerpos en la tumba QH33b: ya son ocho los que ocuparon la pequeña sepultura! En su mayoría, se trata de enterramientos modestos, aunque en algún caso, como se ha visto previamente, el ocupante debió de gozar de una posición de privilegio en la sociedad egipcia del siglo V a. C.

Estamos ante la última semana de trabajo de campo y como suele ocurrir en estos momentos es cuando suelen aparecer los hallazgos más importantes no existiendo tiempo material para documentarlos. Para evitar este tipo de sorpresas, en el interior de la QH 33 se están acometiendo tareas de regularización cronológica de los estratos arqueológicos. El ritmo de trabajo es intenso y solo es ralentizado por la aparición de nuevos enterramientos expoliados o violados. Según nuestros cálculos, ya deberíamos haber alcanzado la planta de la tumba, pero por esta causa no ha sido posible, como es el caso concreto del hallazgo de los restos de un sarcófago asociado a cerámica ritual localizado junto al nicho central.

Donde sí se ha alcanzado el final ha sido en la nueva tumba QH 33b, donde Linda terminó la extracción de los cinco individuos completos, pudiéndose contemplar ya, la estructura original desterrada.

Se están dando los últimos los últimos retoques de consolidación in situ a los sarcófagos que quedan por extraer de su ubicación original. A partir de mañana los restauradores se dedicarán a la conservación de los materiales hallados durante toda la campaña y que han sido depositados en los almacenes temporales de materiales.

Por otro lado, ya está prácticamente concluida la documentación gráfica de todos los materiales muebles seleccionados tanto de esta campaña como de las anteriores: ajuar, cerámicas rituales, maderas policromadas, etc.

Mañana esperamos poder contemplar el suelo o planta de la tumba sin perder la esperanza de descubrir otras estructuras funerarias subterráneas... Algunos sondeos realizados en el interior de la tumba así lo sugieren.

Tras cuatro años trabajando en el proyecto hoy, por fin, hemos llegado al suelo de la tumba QH33. Para todos los miembros del equipo ha sido un momento emocionante en dos sentidos. Por un lado, comienza la cuenta atrás de la finalización de los trabajos arqueológicos en el interior, que, si todo va bien, se producirán la próxima campaña. Por otro, se ha confirmado lo que Mahmud avisaba desde hacía tiempo: había algo más en esa parte de la tumba. Hemos encontrado el arranque de un pozo.

La mañana ha comenzado centrando casi todos los esfuerzos en la eliminaciñn de la inmensa terrera que han producido los trabajos en estos últimos cuatro años. Sólo una cuadrilla ha continuado trabajando en el interior de la tumba. No podía ser otra que la de Mahmud. Allí, se ha terminado de documentar el último material que nos impedía llegar a la roca madre. Por fin, en la esquina suroeste de la cámara de culto, se ha "tocado" la roca madre. La limpieza subsiguiente nos ha proporcionado la primera sorpresa: la existencia de un pozo. Al limpiar los bordes del mismo, se ha podido apreciar la complejidad de su diseño, que seguramente fue para colocar listones de madera necesarios en la construcción y decoración de la tumba.

En el estrato superior, había grandes piedras que al moverlas han mostrado que eran grandes fragmentos de mesas de ofrendas. Uno de ellos coincide con el hallado hace unos días frente al nicho. Además, había una representación en barro de diversas ofrendas.

Los trabajos han continuado y continuarán durante los próximos días. Se ignora la profundidad y complejidad en el diseño del pozo, pero se supone que se está ante un pozo de una gran profundidad en donde, seguramente, fue enterrada la esposa del noble propietario de la tumba QH33. Por ahora es imposible afirmar si la cámara que se encuentre en el fondo estará saqueada o no o bien hay una reocupación de la Dinastía XVIII. Lo que sí parece claro es que desde este último momento el pozo no ha sido tocado.

Todos los esfuerzos ahora se centrarán en intentar descubrir el fondo del pozo, ¿habrá tiempo suficiente esta campaña?

La jornada se ha caracterizado por un estado latente de expectación. La experiencia de la campaña de 2010 con la excavación del pozo funerario de QH34 ha facilitado el método de trabajo en este tipo de estructura por lo que en un solo día se ha descendido hasta los dos metros de profundidad. Con este ritmo se espera alcanzar el fondo en los próximos días. El diverso material hallado en su interior (hueso, cerámica, vendas, madera, etc.) comprende un periodo cronológico que va desde el Reino Medio hasta el Reino Nuevo.

Por otra parte, se han seguido nivelando los sectores contiguos donde se ha hallado escaso material, si bien algunas de las piezas son muy interesantes. Destaca el fragmento de ataúd de fondo negro sobre el que se ha pintado en ocre los jeroglíficos, así como diversos fragmentos cerámicos entre los que cabe mencionar el borde y parte del cuerpo de una jarra con decoración pintada en negro.

En la tumba QH102 se ha continuado con la documentación gráfica de aquellas piezas más significativas aparecidas en los últimos días. ángeles ha pintado en acuarela el fragmento de ataúd de Reino Nuevo localizado el día anterior mientras, Nicolo ha dibujado los sarcófagos de piedra de Baja época hallados en campañas pasadas. Yolanda sigue inventariando las piezas del material de selección y Marta, por otro lado, ha estado en el interior de la tumba documentando fotográficamente las cerámicas dibujadas.

Además, el equipo ha recibido la visita de uno de los patrocinadores del Proyecto, Carlos Tato del Grupo OCA. Ha visitado la necrópolis en compañía de Alejandro Jiménez quién le ha mostrado las distintas tumbas abiertas al público. Al finalizar ha expresado su entusiasmo tanto por los trabajos llevados a cabo como por el entorno en el que se encuentra el yacimiento.

Se espera para mañana un día emocionante. ¿Qué contendrá el pozo?

Los trabajos continuaron donde se dejaron ayer, eso sí con más ganas aún. Una de las piedras que se intuía en la arena ayer, resultó ser el cerramiento original de la cámara que había al final del pozo. Era una losa inmensa, de forma cuadrangular, con unas medidas cercanas al metro cuadrado y un grosor de unos veinte centímetros. Por la mente de todos pasó, que la cámara ya no contendría el enterramiento original intacto pero, aun así, podría proporcionar información sobre quién fue su ocupante.

Los trabajos continuaron y justo cuando la arena comenzaba a colarse como si fuera un reloj de arena, Alejandro tuvo que ausentarse de la excavación para hacer entrega a los inspectores del Ministerio de Antigüedades de los objetos que se guardarían en el almacén de Elefantina. Juan Luis, entonces, se hizo cargo de la excavación y cuando se descubrió el inicio de la cámara, con una sangre fría increíble, pidió a los trabajadores que nivelasen el pozo y que continuasen en otra zona de la tumba: había que esperar al jefe.

Mientras tanto, Alejandro mirando la hora cada cinco minutos, observaba con desesperación cómo la burocracia egipcia se ponía en funcionamiento. Pese a tener todo en orden, rellenar tres páginas con datos y fotos de los objetos llevó a los inspectores dos horas y media. Después, le pidieron a Alejandro acompañarlos para depositar la caja metálica en el almacén. En la barca del proyecto se subieron seis inspectores, dos guardianes, cinco guiftawys (que tenían que acarrear los objetos y la caja) y Alejandro. El tiempo se hizo eterno. Hubo que recoger al responsable del Ministerio de Antigüedades en la Orilla Oriental de Asuán, el señor Osama Abdel Atif, que iba acompañado de tres policías armados hasta los dientes. Finalmente, la comitiva llegó a Elefantina. El candado del almacén no se abría por lo que hubo que romperlo tras proporcionar Alejandro uno nuevo que, casualmente, llevaba. Tras media hora para situar la caja sobre el suelo, Alejandro pudo volver a Qubbet el-Hawa.

Inmediatamente, Juan Luis informó de la situación: la nueva cámara estaba localizada, no estaba cerrada y seguramente quedarían los restos del saqueo. Se continuaron los trabajos y cuando se habilitó el espacio lo suficientemente grande para poder observar el interior, se introdujo un foco. La cámara estaba parcialmente cubierta de escombro, lo que impedía ver con claridad su interior. Tras varios intentos por mejorar el acceso, se pudo observar que los saqueadores habían destruido mucho, pero no se lo habían llevado todo. Mañana, se intentará valorar el hallazgo, su estado de conservación y, sobre todo, qué datos históricos puede aportar este nuevo descubrimiento.

Al final de la mañana, se respiraba un aire de triunfo y bastante ansiedad por la espera hasta un nuevo día.

La jornada ha comenzado como cualquiera de los días anteriores, salvo el aire de despedida que flotaba en el ambiente: hoy era el último día de los guiftawys en Qubbet el-Hawa. Todo proyecto arqueológico necesita unos días organizar el material que ha salido durante la campaña, terminar los dibujos y las fotografías y escribir la memoria que el Ministerio de Antigüedades solicitada a todas las misiones.

De nuevo, todos los trabajos se centraron dentro de la QH33. Salvo en el pozo, en el resto de la tumba se trataba de nivelar los sectores que aún quedaban más altos, de forma que el año que viene haya tres niveles diferenciados: la entrada de la tumba (todavía con una potencia de metro y medio), la zona central (cincuenta centímetros) y la roca madre, que sólo se pisa en la zona del nuevo pozo. Allí, los trabajos han continuado con una velocidad constante. Una hora más tarde de comenzar, la entrada de la nueva cámara ya tenía cuarenta centímetros de altura, lo suficiente para entrar reptando hasta el principio de la estancia. Sin embargo, no se podía avanzar más porque había un estrechamiento en el techo que impedía la entrada. Por si fuera poco, cerca de la entrada hay maderas que se pueden dañar si se fuerza el ingreso. Se tenía que seguir excavando.

Pero, en ese momento, sucedió lo que en otras ocasiones habíamos sufrido: un corte de luz. La oscuridad invadió toda la tumba, más aún en el pozo. Se ha intentado continuar los trabajos con linternas, pero el polvo y la poca potencia de las mismas hizo inútil el entusiasmo de los trabajadores. Se tomó la decisión de rebajar la terrera, mientras se esperaba la vuelta de la electricidad. Algo que no sucedió hasta poco antes de acabar la jornada. Para entonces, Alejandro y Juan Luis ya habían decidido que durante la próxima semana continuarían los trabajos de excavación, esta vez llevados a cabo por los españoles con la ayuda de cuatro trabajadores locales. El objetivo está claro: conocer el nombre y los títulos del ocupante de la cámara, que, sin lugar a dudas estarán en el frontal del ataúd, que parece datar de la XII Dinastía.

Dichos trabajos no se reanudarán hasta que no finalicen el dibujo arqueológico, la organización del almacén en la tumba QH34e (atestado de nuevo material) y la catalogación del material funerario, a excepción del cerámico, al que le quedan muchos años de dibujo, estudio y catalogación. Con suerte, se volverá a excavar el lunes. Hasta entonces sólo queda una máxima: acabar lo antes posible para desentrañar el misterio.

A media tarde, los guiftawys han venido a la casa del equipo para disfrutar juntos de una comida tradicional que ha seguido con bailes típicos del Alto Egipto. Después, la despedida y los mejores deseos en los respectivos rumbos.

Ya sin los guiftawys, las primeras horas de la mañana se han centrado en diferentes labores: Alejandro ha comenzado a escribir el informe para el Ministerio de Antigüedades, Juan Luis le ha dado un empujón importante al dibujo arqueológico de la tumba, Marta ha inventariado y fotografiado diversas piezas cerámicas, Luisa ha estado ordenando el almacén de la QH34h, Yolanda ha fotografiado en su totalidad los casi trescientos amuletos de fayenza datados en la Baja época, ángeles se ha centrado en el dibujo de diversas piezas, al igual que Nicolo, y Teresa ha recompuesto los fragmentos del papiro encontrado el último día de la semana pasada.

Tras el desayuno, Alejandro y Juan Luis han montado un sistema para colocar el motor y así continuar excavando el pozo. Media hora más tarde, comenzaban a salir las primeras espuertas del fondo del pozo. Al final de la mañana se había conseguido nivelar toda la superficie y detectar en algunas partes del mismo el final del estrato que cubrió el agujero que hicieron los saqueadores en la antigüedad. Mañana se continuará la excavación, aunque después de las obligaciones propias del final de la excavación.

El día de hoy se había organizado como ayer; las primeras horas serían para los trabajos y responsabilidades propios y, después del desayuno, Alejandro, Juan Luis, Nico y Yolanda, junto con la colaboración de Zeinab, se volcarían de nuevo en la excavación del pozo. Ayer estuvo Alejandro dentro, hoy le tocó a Juan Luis.

La excavación avanzó rápidamente. Poco a poco se iba abriendo cada vez más la puerta de la nueva cámara, cuando de repente, Juan Luis volvió a ver como la arena se volvía a colar como un reloj de arena, pero esta vez en el lado oeste no podía ser! ¿Otra cámara o un pequeño nicho como se encontró en el pozo de la QH34 la campaña pasada? Conforme continuó excavando se dio cuenta de que lo que había ante sí era otra cámara todavía más grande que la anterior! Al igual que la descubierta hace unos días estaba violada, pero aún tenía numerosos restos de ataúdes de la XII Dinastía en su interior.

Mientras tanto, Alejandro había recibido la visita de la Dra. Deborah Vischak, profesora en la Universidad de Princeton, y del inspector del Ministerio de Antigüedades Fahty Al-Any, que había excavado algunas tumbas en la zona junto a la iglesia del monasterio en la década de los noventa del siglo anterior. A ambos se les explicó la excavación y los hallazgos más importantes y, cuando estaban en el interior de la tumba, Juan Luis, con cara de satisfacción salió del pozo y le comunicó a Alejandro el último hallazgo. La visita se alargó lo justo y, tras las despedidas y el compromiso de Alejandro de que la Fundación Qubbet el-Hawa se haría cargo de la publicación de las excavaciones de Fahty Al-Any, el director del proyecto se dirigió al pozo y continuaron los trabajos.

La idea era continuar bajando el nivel de forma homogénea para poder acceder así en los próximos días a las cámaras y documentar fotográficamente los nombres y los títulos de las personas allí enterradas si los hubiera. Cerca del final de la mañana, cuando Alejandro excavaba el lado sur, la arena de nuevo comenzó a colarse entre las piedras: había una tercera cámara en el pozo!

Los trabajos se pararon poco después, al ser ya el final de la jornada. La satisfacción y el sentido de la responsabilidad inundaron a todos: muy pocas misiones de investigadores tienen la suerte de encontrar tanto material, tan diverso y de tanta calidad como el que se está hallando en la concesión de la Universidad de Jaén y ello supone un compromiso con su estudio, publicación, conservación y restauración.

Mañana se continuará, comenzando por el lado norte... aún sin cámara.

Tras las magníficas noticias de ayer, se retomó, un par de horas antes de lo habitual, el trabajo en el pozo. Lo primero que se hizo fue establecer un nuevo sistema de descenso, ya que el tramo de escaleras que se venía utilizando, afortunadamente, se ha quedado corto. Después, se han establecido todas las medidas de seguridad para los miembros del proyecto que están trabajando en y junto al pozo, en un intento de minimizar riesgos.

Una vez que se había finalizado los preámbulos, se ha procedido a la excavación. Juan Luis ha detectado que la primera cámara tiene todavía parte del cerramiento original. Se han retirado numerosos restos de momias que probablemente pertenezcan a los individuos enterrados en el interior de las cámaras. El trabajo ha sido duro, sobre todo porque empiezan a subir las temperaturas en Asuán y el sudor aparece por todos los poros de la piel; se mezcla con el polvo del pozo y se adhiere como una costra.

A media mañana, Alejandro ha recibido a una visita de la misión alemana en Elefantina, encabezada por el Dr. Peter Kopp, miembro del Instituto Arqueológico Alemán en el Cairo. En pocas palabras se puede decir que se han quedado maravillados con el trabajo realizado por el equipo de la Universidad de Jaén y sobre todo han podido ver piezas cerámicas enteras, que en el yacimiento urbano de Elefantina aparecen muy fragmentadas y en ocasiones resultan difíciles de identificar.

Paralelamente, Marta, Linda y Luisa han documentado las tumbas ya excavadas por Lady Cecil y pobremente publicadas a principios del siglo XX. Al terminar, Luisa se ha dirigido a la tumba de Sarenput I (QH36) donde ha contrastado la epigrafía publicada por H. Müller en 1940 con la inscripción original.

Después, Juan Luis le ha pasado el testigo a Alejandro en el interior del pozo. El director del proyecto se ha centrado en la excavación de la última cámara descubierta ayer. Tras unos minutos, ha constatado que en realidad no era una cámara sino un pequeño nicho sobre el que quedaban todavía las cerámicas que contuvieron las ofrendas funerarias. La decepción ante el descubrimiento se ha tornado en felicidad al final de la mañana cuando se ha podido fotografiar el interior de la segunda cámara: al menos hay un ataúd y éste tiene inscripciones jeroglíficas, si bien todavía no muestran el nombre del difunto (o difunta). Se trata de un ataúd muy similar al encontrado en la cámara intacta del año pasado, aunque su estado de conservación es lamentablemente peor.

Mañana se continuará bajando para poder acceder mejor a esta segunda cámara e intentar leer el nombre.

El día ha sido extenuante para todos. Al cansancio que ya se acumula después de cuarenta y nueve días, se ha sumado el calor. A eso hay que sumar el polvo, que ha sufrido en mayor o menor medida el equipo que está trabajando en el pozo. Allí se ha continuado bajando, hoy con mayor velocidad, ya que no hay material arqueológico: por fin se ha llegado al material de relleno original. La idea era poder acceder con mayor comodidad a la cámara oeste, es decir la de mayor tamaño y que se encuentra bajo el nicho menor. En ella, teóricamente, debía estar enterrada la persona más importante de las dos cámaras que tiene el pozo.

Tras más de cuatro horas a un ritmo frenético en el que se ha conseguido rebajar medio metro, se ha podido acceder con cierta comodidad a la cámara oeste. En el interior, había dos ataúdes de de la XII Dinastía muy dañados por el saqueo y, sobre todo, por la termita. Tal era su estado que se han documentado sólo fotográficamente para evitar que se deteriorasen irreversiblemente. únicamente se han visto inscripciones jeroglíficas en el que estaba situado más al sur, aunque es posible que el otro aún tenga bajo los restos de la caja de madera que originalmente lo recubría y que ahora lo entierran por completo. Las inscripciones jeroglíficas no han revelado el nombre, ya que, en caso de estar, deben estar cubiertas por los restos de la caja exterior. En estos ataúdes se ha decido no actuar más, ya que requieren una consolidación a la que no da tiempo, por lo que se dejará para la próxima campaña.

El objetivo de mañana pasa a ser la cámara este, la primera descubierta, y que cuenta sólo con un ataúd; eso sí, en mucho mejor estado de conservación que los vistos hoy. Será el último cartucho para conocer quiénes fueron los ocupantes originales de la tumba QH33 y, sobre todo, si se pude averiguar quién fue el noble que ordenó construir tan magnífica tumba.

Hoy era el día! Como en casi todas las excavaciones arqueológicas, lo más importante siempre aparece a última hora... Y Qubbet el-Hawa no iba a ser diferente.

Los trabajos de excavación se volvieron a hacer por turnos. Primero, Juan Luis; tras el desayuno, Alejandro. El primer problema que surgió fue la retirada de los adobes que todavía cerraban parte de la cámara. Juan Luis era partidario de mantenerlos, pero finalmente se optó por su derrumbe, pues era evidente que entorpecían y, además, ya estaban documentados. Una vez que se tuvo acceso a la cámara, se avanzó a mayor velocidad. Pronto, se accedió a su interior y se pudo retirar el abundante material lítico en el que aparecían de cuando en cuando fragmentos de madera de otros ataúdes, vasos de calcita y cerámicas de Reino Medio.

Poco después del desayuno, se constató que había jeroglíficos en el ataúd del interior, cuyo estado era magnífico, a diferencia del que lo guardaba. Esta última caja había sido completamente devorada por las termitas y tendrá que ser consolidada el próximo año, ya que presenta decoración y escritura en su parte exterior. Lamentablemente, está en un estado ruinoso.

Conforme se iba vaciando la cámara, eran cada vez más evidentes los jeroglíficos del ataúd en buen estado. Alejandro leía sin dificultad la bien conocida fórmula de ofrenda, aunque el nombre no aparecía. Finalmente, cuando se pudo limpiar la zona donde debía situarse, surgió la decepción. Al igual que en el año 2009, la inscripción del ataúd dejaba un espacio en blanco para escribir con posterioridad el nombre del ocupante. Lo único que se pudo constatar es que se trataba de un hombre. De hecho, a pesar de que la cámara presentaba claros signos de pillaje, el difunto seguía en el interior, por lo que no parece claro que los ladrones tuviesen mucho tiempo para desvalijar a la momia.

Aún así se tuvo que continuar excavando, ya dentro del mismo ataúd porque el material lítico de su interior estaba abriendo los paneles de madera.

Al final de la mañana, exhaustos, el equipo de excavación se felicitaba por el nuevo hallazgo, el buen estado de conservación y esperando que el equipo de restauradoras inicie el próximo año el tratamiento de consolidación y de excavación en el que se espera que pueda haber algún dato.

Carta del Director del Proyecto Qubbet el-Hawa:

Hoy ha sido el último día en el yacimiento.

Se han realizado los últimos dibujos, se han sellado las cámaras en las que se tiene todavía que trabajar, se ha ordenado el material en los almacenes, se ha hecho recuento de material y se han tomado las últimas fotografías de la cámara ayer excavada.

A media mañana, la inspectora Zeinab y yo hemos ido a la oficina del Ministerio de Antigüedades para entregar el informe preliminar de la campaña que se cierra hoy. Se trata de un trabajo conjunto de todos los investigadores en el que se presentan los resultados más relevantes de la excavación arqueológica y su interpretación histórica.

Después, una vez de vuelta, se ha procedido a la recogida las mesas, las carpas y las sillas. Por último, se han cerrado todas las tumbas. El grupo se ha despedido de la inspectora Zeinab, quien ha demostrado su profesionalidad día a día y ha ayudado al grupo en circunstancias a veces difíciles. Del compromiso laboral se ha ido pasando a una gran amistad. Desde aquí quiero expresarle nuestro mayor agradecimiento en nombre de todos los miembros del proyecto.

La tristeza de la despedida se ha visto compensada por el orgullo del excelente trabajo realizado. Todos los miembros del grupo han dado lo mejor de ellos mismos, muchas veces cansados o enfermos, echando de menos a la familia y a los amigos, en muchos casos escapándose del trabajo para poder venir, sin esperar más recompensa que el honor de participar en un yacimiento que Egipto nos ha permitido conocer más a fondo.

Finalmente, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos los que desde vuestros ordenadores habéis tenido la curiosidad de seguir nuestras investigaciones. Muchas veces vuestros comentarios nos han dado la energía suficiente para seguir adelante.

Por la mente de todos, al cerrar la tumba QH33, ha rondado la pregunta de ¿qué nos deparará la próxima campaña? Empezamos a contar los días que faltan.